Proyecto La Pampa




La cocina de este departamento, ubicado en el tercer piso y con vistas a un pulmon de manzana, presentaba varios desafíos. Era notablemente pequeña, carecía de espacio de guardado adecuado, recibía muy poca luz natural y no había experimentado ninguna remodelación desde la construcción del edificio en la década de los 80.
Para Sergio, era esencial que la cocina tenga personalidad propia y proporcionara una cantidad generosa de almacenamiento. Opté por el color azul, ya que, según la psicología del color, transmite sensaciones de calma, integridad y refugio, además de fomentar la concentración.
Para contrarrestar la posible falta de luminosidad asociada con el color azul, se empleó pintura blanca y un revestimiento con vetas grises sobre una base blanca.
Con el fin de aprovechar al máximo el espacio de almacenamiento disponible, diseñé la cocina en forma de "L", incorporando alacenas y un despensero. Un aspecto destacado del diseño fue la decisión de cubrir la heladera, lo cual añadió coherencia visual y un sentido de uniformidad al espacio.